[ACTUALIZADO NOVIEMBRE 2022]

Mucho se ha hablado de la transición de Ethereum del sistema PoW al PoS. Una tarea titánica que ha llevado a los inversores a poner en staking sus ETHs para ser partícipes de ese proceso y poder implicarse más a la hora de desarrollar la red Ethereum.

El salto de Ethereum a Ethereum 2.0 está más cerca de concluir y se prevé que no vaya más allá de 2023

En salto de un protocolo PoW a uno PoS todavía no ha concluido. Es algo laborioso y lleva tiempo. Eso está permitiendo que las recompensas por poner en staking los ETHs sean mayores para quienes decidieron participar en este proceso, pero ahora que parece que se acerca el final del proceso, muchos se preguntan qué será exactamente Ethereum 2.0, cómo funcionará su sistema PoS, cuándo se lanzará exactamente y cómo va a cambiar su llegada el mundo de las criptomonedas.

Una revolución en todos los sentidos, pero… ¿cuándo llega?

La espera está siendo larga, y lo sabemos porque casi todo el mundo que conoce mínimamente Ethereum y que ha decidido invertir parte de su dinero en sus criptomonedas espera con ansia la llegada de esa revolución que cambiará por completo la red Ethereum.

Esa revolución se basa en un cambio sustancial en su dinámica, ya que pasamos de hablar de un protocolo Proof of Work, PoW, a uno Proof of Stake, PoS. El sistema PoW que hasta ahora usaba Ethereum permitía a los mineros usar hardware como GPUs para procesar los problemas que planteaban las operaciones pendientes y, así, verificar las transacciones.

La minería tiene los días contados en Ethereum, ya que en PoS la figura del minero no tiene cabida

Pero eso, como sabemos, plantea un problema energético: el consumo se dispara y apenas existen regulaciones que permitan que la minería tenga futuro. En este sentido, Ethereum ha sido una visionaria al decir adiós a los mineros en su versión 2.0, ya que en un protocolo PoS no existen estas figuras.

Sí habrá validadores de transacciones que deben tener un mínimo de participación (mínimo unos 32 ETHs), y que podrán dar el visto bueno a las transacciones de la red. Pero la minería como tal tiene los días contados en Ethereum.

Para ser validador de transacciones reconocido hay que tener una participación mínima en la red. Uno de los mínimos recientes fijaba esta participación en 32 ETHs

El minado tradicional desaparecerá en favor de lo que se conoce como “Mining” o “Forging”. Esto es un proceso a través del cual se recompensas a estos validadores, que en ningún caso podrán emplear técnicas propias de los mineros como la creación de granjas de minería. Un sistema más sostenible y con mucho más futuro.

En realidad, la figura del validador y del minero no se entienden del todo en Ethereum 2.0 si no se obtiene la vista panorámica. La idea de Ethereum 2.0 es la de crear un sistema de incentivos que premien a los usuarios por implicarse en la red y acaben convirtiéndose en validadores del sistema. De esta manera, se evita la minería y sus nefastas consecuencias, como el acaparamiento de tarjetas gráficas o el desorbitado consumo eléctrico que conlleva.

Se puede recurrir al staking fraccionado para aportar menos cantidad, pasar a formar parte de un grupo de validadores y que ese grupo actúe como un validador único

Pero, ¿qué pasa si se quiere ser validador en la red Ethereum 2.0 y no se dispone de la capacidad para realizar semejante aportación? Cabe la posibilidad de recurrir al staking fraccionado, que algunas plataformas ofrecen y que permite que un inversor ponga una cantidad, por pequeña que sea, de ETHs en staking para formar parte de un grupo de inversores que, en conjunto, actuarán como un solo validador.

Es decir, o bien adquieres 32 ETHs y te conviertes en validador particular e independiente, o participas con una cantidad menor y te unes a un grupo de pequeños validadores que actúan en conjunto como uno solo.

Todo este cambio en el funcionamiento de la red Ethereum está previsto que llegue en 2023, cuando todo el proceso finalice. Si bien ya está muy avanzada la transición a Ethereum 2.0, todavía quedan flecos que deben ser solventados para que la red se encuentre a plena capacidad.

¿Qué implica la llegada de Ethereum 2.0?

Que Ethereum 2.0 sea una red que no trabaje con PoW y que acoja con los brazos abiertos el PoS cambia mucho las cosas. Afecta a la validación de las transacciones, a la seguridad y al funcionamiento de los activos de su red, convirtiéndola en una red mucho más ágil y segura.

La seguridad, uno de los aspectos que más preocupa a los inversores de criptomonedas, también han valorado muy positivamente este salto a la versión 2.0 de Ethereum.

Ethereum 2.0 será una de las redes PoS que más validadores requiera, haciéndola mucho más segura

Dado que esta nueva actualización requerirá 16.384 validadores de cada transacción, una cantidad muy superior a las de otras redes PoS, es más difícil crear una brecha de seguridad tras la transición. Se potencia la descentralización y, por tanto, las posibilidades de que haya problemas se minimizan.

A falta de que la Fase 2 de esta transición llegue a su fin, se espera que cuando la cadena de bloques sea plenamente funcional presente compatibilidad total con los contratos inteligentes, haciendo posible añadir varias cuentas Ether y activar la opción de retirar criptomonedas y hacer transferencias con ellas.